El comercio internacional, y el transporte marítimo muy especialmente, están experimentando profundos cambios. El creciente peso de las economías asiáticas y los llamados países emergentes están incrementando el flujo comercial entre Europa y Asia, dando un mayor protagonismo al Mediterráneo como puerta de entrada a Europa.

En el ámbito portuario, la entrada en servicio de portacontenedores con capacidad para más de 19.000 TEU, la aparición de las alianzas marítimas -que copan más del 80% de la cuota de mercado mundial- la volatilidad de los mercados y la concentración de las grandes operativas en los puertos más preparados abre la puerta a un escenario de creciente competitividad.

Tras analizar este escenario, el Port de Barcelona ha aprobado su III Plan Estratégico para el período 2015-2020, que se articula sobre tres grandes ejes -crecimiento, competitividad y sostenibilidad- y plantea como objetivo “convertirse en el principal centro de distribución euroregional en el Mediterráneo en competencia con los puertos del norte de Europa”.

En el horizonte de 2020 este objetivo estratégico debe materializase en metas concretas, como alcanzar 70 millones de toneladas de carga o los 3 millones de contenedores. Para que ello sea posible hará falta que el 50% de la carga contenerizada manipulada tenga origen o destino fuera de Cataluña (frente al 25% actual) y, por lo tanto, que el área de influencia del Port se amplíe más allá de los 600 km y llegue hasta los 1.200 km.

El Port tiene muy presente que hoy la competencia se produce entre cadenas logísticas más que entre empresas. En consecuencia, debe proporcionar servicios eficientes, competitivos y adaptados a las necesidades de sus clientes. Para lograrlo, es necesaria la implicación de todos los agentes de la actividad portuaria (terminales, navieras, operadores logísticos, transitarios, administraciones, etc.).

Para el Port, el crecimiento no es una finalidad en sí misma sino una fuente de creación de riqueza para el entorno. Las cerca de 100 líneas marítimas regulares que lo conectan con 300 puertos de todo el mundo, la completa oferta de servicios logísticos y la red de conexiones intermodales con su área de influencia sitúan a Barcelona como puerta al mercado global altamente competitiva.

En el Port de Barcelona hemos asumido este papel -ser la principal herramienta para la internacionalización de nuestros clientes- y vamos a seguir trabajando codo con codo junto con toda la Comunidad Portuaria para ofrecer las mejores soluciones adaptadas a las necesidades de nuestros clientes.

Sixte Cambra

Presidente del Port de Barcelona

Vicepresidente de Barcelona-Catalunya Centre Logístic