La Fundación CETMO ha presentado el documento titulado “Estudio de los flujos de mercancías del sistema portuario español entre 2006 y 2014” que analiza la evolución de los flujos de mercancía del sistema y expone cuáles han sido los factores de cambio que han marcado su evolución entre 2006 y 2014, periodo en el que se ha producido una importante restructuración de la economía española y mundial. Como conclusión del estudio se esbozan los motivos subyacentes de los procesos de cambios detectados y los factores que habrán de marcar la evolución de los flujos portuarios en los próximos años.
El período de tiempo que abarca el estudio está caracterizado por la irrupción de la crisis económica a nivel mundial, que afecta especialmente a Europa y España, y en menor medida a las economías emergentes, lo que hace que estas últimas adquieran un mayor protagonismo en los flujos comerciales internacionales. La crisis se reflejará en el caso español con una fuerte disminución de las importaciones, consecuencia de la contracción de la demanda interna. Por el contrario, las exportaciones experimentan un importante aumento, que tendrá su reflejo en los flujos portuarios.
El estudio también define los principales cambios detectados en el sistema portuario español que han sido consecuencia de la restructuración económica y de los cambios en los patrones internacionales de comercio, con su repercusión en los flujos marítimos, que han consistido en una mayor participación de espacios económicos emergentes como Asia, América del Sur o África. Ello no sólo ha significado el incremento de los flujos de España con estas zonas, sino también la emergencia de los puertos españoles, dadas su localización e infraestructuras, como plataformas nodales estratégicamente situadas en los nuevos flujos comerciales que se generan.
De cara al futuro, la prevista recuperación de la economía española y europea, se habrá de corresponder con un incremento de los flujos marítimos establecidos con la Unión Europea.
Pero, de igual manera, la mayor presencia de las economías emergentes en el comercio internacional, debería reforzar al sistema portuario español como plataforma intercontinental en la organización y distribución de los flujos marítimos, tanto de los establecidos entre estas economías emergentes como de los flujos entre éstas últimas y Europa.
La atracción de estos flujos, incluidos los que se establezcan con los países europeos y que impliquen que una parte de su trayecto se realice por medios terrestres, ha de basarse en la consolidación de infraestructuras, como los corredores Atlántico y Mediterráneo, y en la creación de un valor añadido respecto a otros encaminamientos, valor que no puede derivarse únicamente de la posición geográfica de los puertos españoles. Por tanto, se requerirá también el desarrollo de actividades productivas o logísticas relacionadas con la actividad portuaria que hagan que el paso y distribución de las mercancías a través del sistema de transportes español sea más ventajoso en relación con otras rutas, consolidando de esta forma, la tendencia y la oportunidad estratégica de nuestros puertos.
El estudio puede consultarse en:
