El Puerto de Barcelona y la terminal Ergransa han apostado decididamente por impulsar el tráfico de productos agroalimentarios, un tráfico con futuro y potencialidad para crecer. El presidente del Puerto de Barcelona, Sixte Cambra, ha manifestado que “Queremos ser un puerto atractivo para captar el gran volumen de carga que entra en el país por vía marítima y también queremos llegar a nuestro mercado de influencia en las mejores condiciones”.
Este tráfico está integrado por los cereales (trigo, maíz, cebada, centeno y avena) y la haba de soja, productos principalmente de importación. Ergransa es la terminal del Puerto de Barcelona especializada en la recepción, almacenamiento, manipulación y distribución de estos productos, y dispone de 3 edificios de silos verticales con capacidad para 145.000 toneladas y un almacén horizontal de 30.000 toneladas.
La apuesta del puerto catalán por el tráfico agroalimentario se concreta en un programa de bonificaciones que contempla importantes descuentos para este tipo de carga.
En concreto, el Puerto de Barcelona ofrece bonificaciones a la tasa T3 (a la mercancía) y la tasa T1 (al barco). En este caso, la bonificación es del 10% para los barcos pequeños y del 40% (máximo que permite la Ley) para las naves de grandes proporciones.
Estas y otras medidas pretenden hacer el Puerto de Barcelona “más atractivo y accesible para las navieras y los importadores de cereales y haba de soja, favoreciendo la escala de los barcos de los productos agroalimentarios y facilitando su redistribución en el interior del territorio”, asegura Sixte Cambra.
El Puerto de Barcelona manipula anualmente unas 500.000 toneladas de cereales, que se distribuyen en tres tipos diferentes de productores: la industria del pienso, la industria de transformación y la harinera. La disponibilidad en el enclave de silos preparadas para segregar producto facilita la recepción de cereales destinados al consumo humano. Así, uno de los principales clientes finales del Puerto de Barcelona es la industria de transformación, que elabora a partir del trigo y otros cereales una amplia gama de productos alimenticios.
Por otra parte, Barcelona es un puerto de referencia para el tráfico de la haba de soja, ya que las tres compañías especializadas en la manipulación de este tipo de producto (Ergransa, Bunge y Cargill) disponen de instalaciones de primera calidad. El enclave catalán manipula 1,6 millones de toneladas de haba de soja al año, una cifra que representa el 50% de lo que importa España. La haba de soja llega a las instalaciones de Ergransa y abastece, posteriormente, las plantas de Bunge y Cargill del Puerto de Barcelona, las dos empresas especializadas en la molienda de esta leguminosa. Los países de origen de esta materia prima son principalmente los Estados Unidos, Brasil y Argentina, donde se origina el 90% de la producción mundial. En total, el Estado recibe unos 3,4 millones de toneladas de haba de soja y 1,7 millones de harina de soja, que se utilizan para la elaboración de piensos y otros productos agroalimentarios.