El Port de Barcelona, el departamento de Acción Exterior y Gobierno Abierto de la Generalitat de Catalunya y el cuerpo consular de Barcelona han protagonizado hoy un encuentro por fortalecer sus relaciones e impulsar nuevas líneas de trabajo que permitan afianzar la presencia en el exterior y facilitar el comercio internacional a través del recinto portuario de la capital catalana.

Al encuentro, celebrado en las instalaciones del Port de Barcelona, han asistido representantes de 50 consulados y ha contado con la participación del presidente del Port, Damià Calvet, de la consejera de Acción Exterior y Gobierno Abierto, Victòria Alsina, y de representantes de entidades de la sociedad civil invitadas: Barcelona Global, Cámara de Comercio de Barcelona, CECOT, Círculo de Economía, Consejo General de Cámaras de Cataluña, Fira de Barcelona, Foment del Treball, PIMEC y Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

La reunión de trabajo se ha dividido en dos partes diferenciadas. En la primera parte, el presidente del Port de Barcelona, Damià Calvet, ha explicado al numeroso grupo de cónsules cuál es la estrategia de desarrollo sostenible de esta infraestructura a corto y medio plazo y cómo ejerce de socio del tejido empresarial, tanto del país como de las empresas extranjeras, para facilitar la creación de cadenas logísticas internacionales competitivas. Para desarrollar este papel, sin embargo, es clave disponer de más independencia. “Nuestro mundo es el mundo y debemos tener la máxima autonomía de gestión para poder estar al servicio de la economía”, ha indicado Damià Calvet.

El Port de Barcelona tiene actualmente dos grandes retos que son la innovación y la sostenibilidad, dos palancas de cambio que tienen que llevar a esta infraestructura a otro nivel. En el primer caso, uno de los objetivos del Port es convertirse “en un verdadero hub de la economía azul, exportando conocimiento desde Cataluña al mundo”, ha explicado su presidente. Con respecto a la sostenibilidad, Damià Calvet ha sido muy claro en la necesidad de “hacer entre todos un esfuerzo colectivo, global, para descarbonizar la actividad.” Y ha añadido que “el Port de Barcelona ya hace una política activa de descarbonización” para reducir en un 50% las emisiones de CO2 en 2030 y ser un puerto neutro en carbono en 2050.

Nuevo ciclo inversor

Los esfuerzos por descarbonizar la actividad portuaria, sin embargo, se han de realizar tanto en el lado mar, con el uso de combustibles limpios por parte de las navieras, como la banda tierra, invirtiendo en nuevas infraestructuras como la electrificación de muelles o conexiones más eficientes que favorezcan una movilidad más sostenible. “Eso iniciará un nuevo ciclo inversor muy importante en el Port de Barcelona”, ha anunciado el presidente. Y ha puesto como ejemplo los más de 600 millones de euros de inversión que supondrá la construcción de los nuevos accesos terrestres en el recinto portuario; los 90 millones de euros destinados a electrificar los muelles o las inversiones que se harán “en la mejora de infraestructura portuaria para reordenar nuestra actividad y hacerla más sostenible, acercándola a la bocana sur.”

La consejera de Acción Exterior y Gobierno Abierto, Victòria Alsina, por su parte, ha resumido la estrategia de la acción exterior de Cataluña, articulada en cuatro ejes -presencia, excelencia, influencia y compromiso-, dirigida a incrementar su visibilidad como actor global, comprometido y responsable. Alsina ha afirmado que “queremos reforzar las alianzas con los gobiernos y las comunidades extranjeras y construir una cooperación estratégica que incluya a los principales actores sociales, económicos y culturales”. La consejera ha recordado “la potencia comercial exportadora e importadora de Barcelona y Cataluña”, que se explica gracias a la fortaleza del Port de Barcelona.

La segunda parte del encuentro ha estado centrada en la visita marítima que el Port de Barcelona ha ofrecido al cuerpo consular y a los representantes del departamento de Acción Exterior y Gobierno Abierto, en que han sido acompañados por el presidente del Port de Barcelona; por el jefe de Gabinete de Presidencia y Relaciones Institucionales, Joan Pere Gomez Comes, y por el jefe de Relaciones Externas, Manuel Galán.

Barcelona es la cuarta ciudad del mundo, detrás de Hong Kong, Nueva York y Hamburgo, que no es capital de Estado con más representación consular. Las relaciones entre su puerto y el colectivo de profesionales diplomáticos o representantes acreditados por los gobiernos de los diferentes países son fluidas y constantes, como no podría ser de otra manera si tenemos en cuenta que el recinto portuario es una de las principales puertas de Cataluña al mundo.