El Barcelona Supercomputing Center liderará el desarrollo del chip europeo

El Barcelona Supercomputing Center – Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS) liderará el desarrollo científico de los futuros chips europeos, un proyecto impulsado por la Comisión Europea (CE) para garantizar la soberanía tecnológica de Europa y la competitividad industrial del continente.

La elección del BSC-CNS supondrá una inversión de unos 240 millones de euros de fondos europeos hasta el 2021, que serán gestionados desde Barcelona. Está previsto que esta inversión aumente en la próxima década a medida que se desarrolle una industria de microprocesadores europea propia.

El desarrollo del eurochip ha adjudicado, de entre los tres candidatos que optaban al proyecto, a un consorcio que tiene al BSC-CNS como líder científico y a la multinacional francesa Atos / Bull como líder industrial. Los 23 socios que forman parte del consorcio hasta ahora, y que se podrían ampliar en el futuro, incluyen, entre otras, la empresa alemana BMW, la francesa Kalray y la italiana E4, además de los principales centros de supercomputación europeos.

Esta asociación se enmarca en el gran proyecto EuroHPC (High-Performance Computing o supercomputación de altas prestaciones), que la CE considera estratégico para evitar que Europa quede rezagada respecto a Estados Unidos, China y Japón en capacidad de computación. Según los expertos, si Europa no tiene el control sobre los chips que utiliza, se expondrá que la espíen a través de los procesadores que compre para usar, y además perderá capacidad de computación y, por tanto, dejaría de ser competitiva en mercados estratégicos.

El segundo gran objetivo de este proyecto es el desarrollo y la instalación próximamente de cuatro superordenadores europeos, que tendrán capacidades de computación superiores a las de cualquier máquina actual. El proyecto EuroHPC prevé instalar los dos primeros superordenadores hacia el 2021, y los otros dos, tres años más tarde.

Aunque aún no están adjudicados, la fecha del 2021 coincide con el momento en que habrá que sustituir el actual MareNostrum 4 del BSC-CNS por el futuro MareNostrum 5. Dado que los MareNostrum forman parte de la red europea de supercomputación PRACE, y por tanto dan servicio a usuarios del conjunto de Europa, lo más probable es que una de las primeras máquinas de la EuroHPC sea ésta. Esto supondría una aportación de 120 millones de euros de la Unión Europea para construir en Barcelona un superordenador capaz de realizar 200.000 billones de operaciones por segundo, 20 veces más que la actual.

El hecho de que a partir de ahora la Comisión Europea asuma la inversión de estas máquinas comporta un cambio de paradigma que muestra la prioridad que Bruselas da a esta cuestión, ya que hasta ahora los superordenadores europeos habían sido financiados internamente por cada país.

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