El Aeropuerto de Barcelona-El Prat registró en 2017 un total de 47,3 millones de pasajeros, 323.539 operaciones de aeronaves y 156.105 toneladas de mercancías. Más de 100 compañías aéreas lo conectan con más de 200 destinos en todo el mundo.
El entorno de esta infraestructura también presenta otras peculiaridades, por un lado, su cercanía al Puerto de Barcelona lo configuran como un polo de innovación al servicio de la competitividad económica y, por otro lado, está rodeado por unos espacios naturales que incrementan su valor en el territorio.
Actualmente, el Aeropuerto de Barcelona-El Prat ocupa unos terrenos de 1.553,54 hectáreas. De este total, 806 hectáreas es la superficie destinada a la actividad de las aeronaves y 543 hectáreas son terrenos todavía libres de actividad, repartidos en 215 hectáreas de suelo preservado por su valor ambiental y 328 hectáreas de suelos comercializables para usos mixtos. Para esta área libre de suelo, Aena ha diseñado un plan inmobiliario que tiene que contribuir a desarrollar un polo de servicios y economía digitales, sin olvidar la integración de los valores medioambientales de los espacios naturales del Delta del Llobregat como parte de la ordenación de la infraestructura inmobiliaria.
La propuesta de usos de Aena para el suelo todavía libre en el aeropuerto catalán se divide y distribuye en cinco áreas o ámbitos:
- El Parque logístico, de 58 hectáreas y con una posibilidad de edificar unos 288.000 metros cuadrados.
- El sector Cargo + e-commerce, de 75 hectáreas de superficie y con una posibilidad de edificación del orden de 560.000 metros cuadrados, que ofrecería las condiciones para la implantación de eco-sistemas empresariales de e-commerce a nivel europeo.
- Al área AirCity, de 49 hectáreas y que ofrece una edificabilidad de unos 592.000 metros cuadrados.
- La zona de oficinas y Business Farms, de 28 hectáreas y con una edificabilidad en torno a los 143.000 metros cuadrados.
- La superficie para la Industria 4.0 + aeronáutica, de 51 hectáreas y con la posibilidad de edificar unos 261.000 metros cuadrados que vendría a ser una plataforma tecnológica para la investigación, la fabricación y la comercialización relacionada con este segmento de actividad.
Las 328 hectáreas repartidas en estas cinco secciones daría pie a poder edificar algo más de 1,8 millones de metros cuadrados, en un plazo que Aena ha fijado en 20 años y que implicaría una inversión total de 1.264 millones de euros.
La fase 0 de lanzamiento, de cinco años, exigiría una inversión inicial de 386 millones de euros, previéndose edificar unos 726.000 metros cuadrados y realizándose esencialmente mejoras en el transporte público para atender las necesidades de movilidad futuras. En la fase 1 de desarrollo, también de cinco años, la inversión acumulada sería de 708 millones de euros y la edificabilidad alcanzaría más de 1,2 millones de metros cuadrados, realizándose las principales mejoras en las infraestructuras de suministros. Finalmente, la fase 2 de consolidación, de diez años, tendría una inversión acumulada de 1.264 millones de euros, alcanzándose los 1,84 millones de metros cuadrados edificados y realizándose la principales mejoras en los accesos y en la preparación para la movilidad autónoma.